4.1. Introducción. Definición
En un sentido terminológico podemos definir la ergonomía como la ciencia del trabajo. La palabra deriva de los vocablos griegos ergos ‘trabajo’, y nomos ‘ley natural’. Siguiendo esta definición podemos considerar que la ergonomía se ocupa de las personas que realizan actividades laborales, de cómo se llevan a cabo estas actividades, de los elementos que utilizan para poder desarrollar los trabajos que desarrollan, de los lugares donde se realizan estas actividades y de todos los posibles aspectos psicosociales que se presentan en cada una de las situaciones de interacción. Por tanto el interés de la ergonomía se centra en las personas, en sus actividades, en los elementos que los ayudan a realizar sus acciones, en los entornos donde se realizan sus interacciones y en los componentes comunicativos, emotivos y cognitivos que intervienen en cada una de las situaciones.
Pheasant asimila los intereses de la ergonomía y los del diseño. Ambas disciplinas están interesadas en que las personas puedan desarrollar sus actividades lo mejor posible y, por ello, el objetivo común de ambas es que se genere una buena relación entre los objetos y sus usuarios en el contexto específico de la situación. Así pues, Pheasant resume el enfoque ergonómico del diseño en los principios del diseño centrado en el usuario: «If an object, a system or an environment is intended for human use, then its design should be based upon the physical and mental characteristics of its human users» [‘si un objeto, un sistema o un entorno está destinado al uso humano, su diseño debe basarse en las características físicas y mentales de sus usuarios’] (1996, pág. 5).
Sanders y McCormick proponen una definición similar para los factores humanos. En el ámbito anglosajón la expresión factores humanos se utiliza para referirse a la disciplina ergonómica. Para los autores los «human factors, then, seek to change the things people use and the environments in which they use these things to better match the capabilities, limitations, and needs of people» [‘los factores humanos persiguen cambiar las cosas que las personas usan y los entornos en los que se usan para adaptarlas a las capacidades, limitaciones y necesidades de las personas’] (1993, pág. 4). Los autores resumen los principales objetivos de la ergonomía en mejorar la eficacia y eficiencia de las actividades y en lograr una mejora de la calidad de vida de las personas.
El principio ergonómico general establece la necesidad de adecuar los objetos y la ejecución de las actividades que posibilitan a las características de los usuarios. Por ello, para Dul y Weerdmeester el principal valor de la ergonomía es su contribución a la usabilidad de los objetos, procurando la incorporación e integración en el diseño de productos y servicios de aspectos relacionados directamente con la comodidad, satisfacción, salud y seguridad de nuestras actividades. La adopción y aplicación de los principios y conceptos ergonómicos no beneficia únicamente a la facilidad de uso de los objetos; facilita, al mismo tiempo, la consecución de objetivos sociales y económicos. El bienestar personal, la mejora de nuestras actividades, tanto ocupacionales como de ocio, previene problemas generales y particulares, tanto emocionales como de salud. Los beneficios económicos están relacionados con la mejora de la productividad laboral, las reducciones de costos de producción y el posicionamiento de las empresas a nivel competitivo y de mercado.